domingo, 23 de junio de 2013

El Cenajo y Las Minas.

La pasada semana viajé hasta el Pantano de la Fuensanta, como ya expliqué en el artículo anterior, para comprobar el nivel que había alcanzado el agua en el mismo después de las copiosas nevadas del invierno en la cabecera del Segura y sus tributarios y de las lluvias de la primavera, y hoy hice lo propio con el Embalse del Cenajo, cuya presa está situada unos sesenta kilómetros más abajo de la de Fuensanta.

Este pantano, inaugurado oficialmente el 6 de junio de 1963 junto con el de Camarillas sobre el río Mundo con la presencia del entonces Jefe del Estado Francisco Franco, es el más grande de esta cuenca y es capaz de almacenar hasta 437 Hm3 a cota normal. Aunque los estudios previos para su construcción habían comenzado a finales del XIX tras la sucesión de desastrosas avenidas en la huerta murciana y figuraba dentro del Plan Nacional de Obras Hidráulicas de 1933, las obras no se adjudican hasta 1947, fecha en la que la mercantil Construcciones Civiles S.A. se compromete a terminar la obra en un plazo de siete años, que, tras ocho proyectos reformados y seis prórrogas, se daría por concluida el 31 de diciembre de 1960.

El vaso del embalse ocupa terrenos de los términos municipales de Hellín, Socovos y Férez en la provincia de Albacete, y de Moratalla, en la de Murcia. 

Seguidamente muestro una serie de fotos con unas breves explicaciones.

El cauce aguas abajo de la presa se lamina entre varias estaciones que miden
entre otras variables el aforo y la calidad de las aguas.

Paramento de la presa. Su altura sobre el cauce es de 84,20 m. La longitud
de coronación, de 201,00 m. Está construida en hormigón en masa. Servida
por tres compuertas de cierre tipo "Taintor".

Capaz de almacenar 437 hm3 a cota normal, la superficie de inundación asciende
a 1732 Ha, con una longitud de cauce inundado de hasta 31 km.

Paramento de "aguas arriba" de la presa. Actualmente, y según datos de la CHS,
almacena un volumen total de unos 388 hm3, lo que constituye casi un 89 % del total.

La presa tiene un ancho de coronación de 8,10 m. Se situa en el denominado
"Estrecho de la Herradura".

La llamada "Cruz del Obrero" domina el valle y las construcciones del complejo
del Pantano del Cenajo.

Vista del cuenco de amortiguación desde la coronación de la presa.
Cada uno de los vanos de las compuertas tiene una anchura libre de 11 m.
Curiosa construcción de servicio auxiliar. Bóveda laminar de hormigón armado,
muy similar a las empladas por el ingeniero Eduardo Torroja.

Las llamadas "Casas de la Administración" del Pantano, se dedicaron a la explotación
hostelera hasta el año 2009, cuando el llamado "Hotel Cenajo" cerró debido a su escasa
rentabilidad. Las instalaciones, propiedad de la Confederación Hidrográfica del Segura,
se postularon para albergar una residencia psiquiátrica masculina, aunque finalmente la
iniciativa no prosperó.

El río Segura corre aguas abajo de la presa, sirviendo de límite administrativo
 entre las provincias de Albacete y Murcia, por un sinuoso cauce que
 se ensanchará aguas abajo dando lugar a las huertas y arrozales
 de Hellín y Calasparra.

La siguiente estación de mi viaje se produce en el valle que forma la confluencia del propio río Segura y de su principal afluente, el Mundo. Ambos riegan una fértil vega encajonada entre cerros yesíferos que sólo permiten el crecimiento del esparto y de especies arbustivas de escaso porte. Por desgracia, la sierra de los Donceles, que separa este valle del resto del término municipal de Hellín, fue pasto de las llamas el pasado verano.

El río Segura separa el caserío de Salmerón (t.m. Moratalla, Murcia), de la
pedanía hellinera de Las Minas (Albacete).

Núcleo de población de Las Minas, Hellín.

En Las Minas, el tiempo parece haberse detenido. Quizá hace tiempo, demasiado, que no ocurre nada importante en Las Minas. Zona dedicada antaño a la extracción de azufre y a la manufactura del esparto, nada queda ya de esta actividad, reduciéndose su economía a la agricultura, de la que el cultivo del arroz es su principal baza.

Densas choperas nos indican la presencia del Segura. Sólo se oye el rumor
del agua, que por aquí discurre tranquila, y el canto de los pájaros. No hay
nada más.

La carretera que un día condujo desde Las Minas a su estación cruza
 el río Mundo entre cuadros de arrozales.

La línea ferroviaria Chinchilla-Cartagena, promovida y gestionada por MZA hasta 1941, bordea el valle. Mientras las minas de azufre estuvieron en explotación, también prestó servicio un ferrocarril de vía estrecha construido hacia 1900, que traía el mineral desde los pozos hasta el correspondiente apartadero junto a la estación de MZA. Su longitud era de apenas 6 km, si bien puede intuirse todavía parte de su trazado observando los restos de obra que subsisten en forma de pilas de viaductos y terraplenes.


El apeadero indica el lugar donde una vez estuvo la Estación de Las Minas.
Hace tiempo que las escasas circulaciones de la línea pasan de largo.

El río Mundo, aguas abajo del embalse de Camarillas, metros antes de
desaparecer para fundirse con el Segura.

Arrozales inundados por las aguas del río Mundo.

Vegas feraces subsisten en Las Minas gracias a las aguas de los ríos Segura
y Mundo. Aquellas mismas aguas que, bajo el embalse del Cenajo inundaron
otras vegas arroceras como la de Alcantarilla de Jover, antigua pedanía de
Férez, cuyos habitantes fueron realojados en los poblados de colonización
del canal de Hellín.

Nuestra última parada será la estación de Agramón, en la línea Chinchilla-Cartagena. Línea, como ya hemos comentado brevemente, promovida, construida y explotada por MZA, que la inaugura de forma completa en 1865 conectando Cartagena con el centro de la península. La estación de Agramón, sin embargo, no recibe la parada de ninguna circulación desde hace más de diez años, encontrándose el edificio en la actualidad cerrado. 

Antigua señalización sobre el andén y medidor de gálibo.

Andenes y vías. La estación cuenta con un total de dos vías más una vía de apartadero
utilizada en labores de mantenimiento. Una cuarta vía muerta daba servicio al muelle
mixto. El edificio de la estación es el clásico de la línea para estaciones de tercera categoría:
volumen prismático perforado por huecos de medio punto y cubierto por tejado a cuatro aguas.

Una aguada con un depósito oxidado que daba servicio a los trenes
a vapor. En España estuvieron circulando hasta 1975.

Hemos tenido suerte, sin proponérnoslo, de "cazar" la última circulación del día
destino Madrid, el Altaria 00225.

Ésta ha sido mi excursión de hoy. Después de mi viaje vuelvo con la sensación de haber visto un paisaje profundamente transformado por la mano del hombre, que en el caso de Agramón y, sobre todo, Las Minas, languidece al borde del abandono administrativo y la despoblación definitiva, maltratado y arrastrando las consecuencias de un final brusco y repentino de su actividad económica sin alternativa alguna. Para el Cenajo me pregunto si hubo algún tipo de compensación para los territorios que tuvieron -y todavía tienen- que soportar la inundación de sus tierras más fértiles en beneficio de otras situadas muchos kilómetros más abajo. También su principal fuente de riqueza se vio sesgada abruptamente. Ni siquiera las actividades terciarias promovidas en las últimas décadas han conseguido frenar la acusada tendencia a la despoblación de estas tierras duras, arrinconadas, silenciadas, olvidadas.

Hasta la próxima.



2 comentarios:

  1. Este artículo es uno de los extensos. Cantidad de datos técnicos reflejados en las descripciones de las imágenes. Buen trabajo.

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  2. Gracias, Víctor. Aunque casi siempre suelo estar más contento con las imágenes que con los textos.

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